lunes, 16 de julio de 2012

Comunicación Interna: desafíos y estado de situación


            Podríamos concebir como principal desafío de las empresas, establecer en sus políticas la diferencia entre informar y comunicar, abrevando por un saldo a favor de la última. La interacción entre los miembros de una organización resulta un componente esencial si deseamos capitalizar la sinergía que puede provocarse  dentro del  propio ámbito de trabajo.
            La incapacidad por distinguir aquellas acciones similares pero diferentes, terminan por ahogar al cliente interno en un mar de información que muchas veces ni siquiera se dispone a transitarlo. Miles de e mails en su casilla, constante actualización de la intranet, y políticas de comunicación que carecen de una visión integral de la organización no hacen más que provocar un paredón demasiado alto como para que la información pueda treparlo, el cliente interno asimilarlo, y por fin el feedback manifestarse.
            Mantener una política integral de comunicación interna es todavía una gran cuenta pendiente si consideramos que muchas de las organizaciones apelan a informar a toda la empresa desde cada una de las áreas que ésta posee. Como resultado: un mail de cada área en una empresa de gran envergado termina siendo enviado a la papelera de reciclaje por la mayoría de los empleados, y algo parecido sucede con los demás canales.
            Otro debate propio de los tiempos que corren es la permanencia o supresión de la principal y más antigua herramienta de comunicación interna como lo es el House Organ. Muchas organizaciones alineadas a políticas de ahorro de papel, ven la implementación de esta herramienta como una contradicción de enunciados. La realidad es que el verlo o no como una contradicción, termina dependiendo también de la forma en que se lo comunique.
            Por otra parte, la segunda dicotomía respecto del huose organ, es la elección entre su versión impresa o digital. Por naturaleza este tipo de publicaciones apelan a establecer una comunicación con la vida extra laboral del cliente interno, funcionando de puente entre el ámbito doméstico y  el laboral. Claramente esta característica que implica la circulación de la publicación en casa del trabajador, no puede ser cumplida en su versión digital. Sin embargo, ésta última tiene la ventaja – como toda herramienta digital- de poder ser medida con muy bajos recursos y a muy bajo costo.
            De cualquier forma, la comunicación interna, no remite a planes y estrategias de manual aplicados con rigurosidad, sino que por el contrario, toda medida se debe adecuar siempre al espíritu de la organización en cuestión. Tratar de aplicar políticas de comunicación interna sin la suficiente adecuación a la misión, visión y valores de cada organización, es de entrada conducirla al fracaso.

viernes, 29 de junio de 2012

Responsabilidad Social Empresaria


La Responsabilidad Social Empresaria se trata de dar sostenibilidad a todos los públicos de una empresa a partir de un plan ideado para tal fin. Lo beneficios de este tipo de estrategias no tienen que ver solo con la posibilidad de mejorar la reputación de la organización provocando un impacto positivo sobre la marca sino más bien, hacer de su entorno, un horizonte con mayor previsibilidad y crecimiento.
Cualquier definición de RSe - tal como es abreviada ésta área- se esmera siempre en separarse del marketing y las obligaciones legales. Es decir que con frecuencia encontramos que se la define por lo que no es: ni marketing, ni cumplimiento de la ley. La Responsabilidad social, va más allá de eso y habla en sí de los propios valores de la empresa que la pone en práctica. No son únicamente las grandes empresas las que llevan adelante políticas de Rse, pero sí son ellas las que según su mayor impacto en la sociedad deberían pensar en un aporte también más vasto para resarcirlo.
Al idear planes de esta naturaleza debe pensarse siempre en la impresión que puedan causar nuestras acciones sobre el futuro de los públicos y en vinculación con la realidad de nuestra empresa. Si descuidamos ese aspecto clave, transformaremos la responsabilidad social empresaria en filantropía.
Por otra parte las empresas sufren por estos tiempos, una aceleración en la rotación de sus empleados, lo que representa un desafío importante a la hora de conservar los recursos humanos que resultan valiosos para la organización. Y en este sentido, diferentes estadísticas muestran que los empleados no solo valoran la posibilidad de hacer carrera dentro de la empresa sino que además les interesa pertenecer a organizaciones que sean socialmente responsables. Saben que en definitiva, por tentadora que les resulte su posición actual dentro de una organización, si ésta atenta contra el planeta, también está atentando contra él mismo. Por lo cual, ante las mismas posibilidades profesionales, preferirá irse siempre a una empresa socialmente responsable. Por añadidura, una de las ventajas de aplicar este tipo de planes es desde ya la fidelización del cliente interno, aunque por supuesto la RSe, es del tipo de acciones que se resumen en el famoso “we all win”, ganamos todos.
En el terreno de la Responsabilidad social empresaria, debemos admitir que se ha avanzado mucho en los últimos años, y cada vez son más las empresas que deciden presentar un “triple balance”, consignando resultados, económicos, sociales y medioambientales. Sin embargo, en Argentina no hay aún legislación específica sobre el tema, aunque sí algunas leyes evocadas siempre para hacer juego con la RSe. Por ejemplo: la ley de mecenazgo de CABA, o la ley 25250 que obliga a las organizaciones con más de 500 empleados  a entregar un balance social.
Finalmente, considerar que este campo, está íntimamente vinculado con el área de comunicación, ya que la RSe  pierde su valor intrínseco si no se la comunica. No obstante, debe entenderse que en este aspecto, comunicar no es nunca publicitar.

lunes, 18 de junio de 2012

Prensa y/o Difusión


            Es tan frecuente escuchar  “prensa y difusión” de manera conjunta que a los oídos parecen ser la misma cosa. Lo cierto es que ambos conceptos tienen un significado propio que no los hace excluyentes sino más bien complementarios. Por lo demás aclarar que, en ningún, uno es condición del otro. O sea que si quisiéramos podríamos utilizar cada término separadamente y evitaríamos caer en una redundancia.
            Hacer “prensa” es desplegar estrategias (con la finalidad última de vender) por los medios tradicionales como la radio, la televisión y el periodismo gráfico. Prensa en sí es un término asociado a la gráfica, pero hoy podemos consignar dentro de ésta actividad a los otros dos medios que en su conjunto conforman lo que llamamos “medios tradicionales”.
            Por su parte “difusión” es un término conceptualmente más amplio, cuyo ejercicio práctico estaría vinculado tal vez, con la vieja actividad del pregonero,  encargado de hacer llegar un mensaje a la mayor cantidad de gente posible.
            ¿Qué hacemos desde Agencia Prêt à Porter? Prensa y Difusión, en los sentidos que explicábamos más arriba, pero por supuesto sin detenernos en distinciones sobre el término y utilizándolo la mayoría de las veces en su uso convencional. Sin embargo, queríamos usar este espacio de blog para versar sobre esta aclaración de términos y desnaturalizar el uso convencionalizado del par “prensa y difusión” ya que no necesariamente van de la mano y pueden inclusive separarse.
            Es propio de artistas reconocidos apelar a la actividad de  “prensa y difusión” cuando están próximos a realizar presentaciones, y es propio de artistas o bandas menos populares apelar a la actividad de difusión. Mientras que los primeros concuerdan pautas y apariciones en los medios tradicionales, los segundos “difunden” el mensaje bajo estrategias diversas que no siempre los involucran.

lunes, 11 de junio de 2012

Publicidad y Marketing OnLine, distintos pero parecidos


            La verdadera revolución en la publicidad no se dio con el advenimiento de Internet como podría pensarse, sino más bien con la proliferación de las Redes Sociales. En los comienzos de Internet, y a medida que cada vez más gente fue teniendo acceso a este servicio, la publicidad solo se valía de ella como un soporte más en donde “colgar” la pieza de comunicación en cuestión.
            Sin embargo, lo que definitivamente transformó el modo del hacer publicitario fue la propagación de las Redes Sociales que no hicieron más que otorgarle a la publicidad la característica que venía ganando el mercado: la segmentación llevada al punto de la individualización de los consumidores
            La vieja estrategia publicitaria de gritar lo más fuerte posible para que más cantidad de gente nos escuche, está cediendo espacio a la publicidad dirigida a públicos que no están interesados en el producto o servicio solo de una manera potencial, sino de manera concreta. Las redes sociales e incluso los buscadores, posibilitan segmentar el público según sus propios intereses y allí es cuando dan lugar a la revolución. Por su puesto que además va acompañada de una reducción de los costos, lo que termina por hacerla más atractiva todavía.
            La publicidad es una herramienta del Marketing que a logrado hace ya bastante tiempo constituirse como disciplina. Las acciones de Marketing a nivel offline no implican solo “hacer publicidad” sino que además aducen a un sinfín de aspectos y cuestiones a desarrollar (plaza, producto, precio, etc.). Del mismo modo ocurre en Internet; los anuncios son solo una parte de un entorno mucho más amplio.
            En el marketing Online esa sinergía entre una y otra herramienta se hace más palpable, cuando se termina por evidenciar en números concretos los beneficios que obtienen las Marcas no solamente de los Anuncios patrocinados, sino también de estar presentes en las Redes Sociales, buscar un mejor posicionamiento en los buscadores y diseñar campañas de e mail marketing acorde a sus necesidades.
            A partir del surgimiento de las Redes Sociales, el tiempo que pasa el usuario en Internet se ha incrementado notablemente. El desafío para las Marcas es poder acompañar a sus clientes en sus momentos de ocio, aportando valor a una relación en constante proceso de cortejo, para dar lugar así a lo que ha comenzado a llamarse Engagement de Marca, factible además de traducirse en un aumento formidable de las ventas.

martes, 29 de mayo de 2012

Nombrar la Marca


            Definitivamente el nombre de Marca es algo que, a la hora de evaluar la conformación de un negocio, resulta uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta desde cualquier punto de vista. Sin embargo, no hay tal acuerdo cuando se trata de determinar qué juega más a favor del negocio, si un buen nombre de Marca (atractivo y con implicancias positivas) o si el nombre de Marca termina por ser fuerte o débil en virtud de la calidad del producto o servicio que se brinda al consumidor. Por supuesto que en Marketing, se debe equilibrar tanto un eje como el otro, y hay teorías a favor de cada cual. En definitiva, el “plus” que pueda agregarse a aquello que se está ofreciendo, es el que termina por transformar en exitoso al nombre escogido, y hace de éste una Marca.
            En cualquier caso, nos interesa hablar de las tendencias en ese Nombre de Marca, y en particular de la última etapa en que aparentemente se atestigua un cambio sobre la elección del mismo.
            Nombrar la marca, significó siempre, imprimirle al negocio un NOMBRE PROPIO. Podía tener un significado o podía no significar nada. Acaso cada uno de nosotros lleva por nombre “algo” que sin su referente nada significa. A fin de cuentas de eso se trata un nombre propio y llevado al mundo de las organizaciones podríamos encontrar también vastos ejemplos.
            En el otro extremo, podemos ver como se nombra  a la marca con una palabra que sí tiene significado, y que en ocasiones se encuentra en relación con el rubro en que se inserta el negocio, aunque también pueda ocurrir lo contrario.
            No obstante, en el último tiempo ha surgido una variante por demás atractiva, y mucho más frecuente a la hora de nombrar comercios, pero también presente a la hora de nombrar marcas.
            La última tendencia parece indicar que el nombramiento de marca bajo el nombre propio, es por lo menos, una variante entre tantas. Ahora el juego se ha abierto también a la posibilidad de involucrar un verbo que determina a la marca en una frase.
            Así, comienza a ser frecuente encontrar ejemplos de comercios que llegan a  llamarse “Dime con quien te vistes”, “Atrápala si puedes” o marcas como “Vete al Diablo”
            Por supuesto que ya no solo nos encontramos dentro del campo del marketing sino que también al plantearnos este aspecto terminamos por invadir el terreno de la semiótica. En todo caso, compartimos esta apreciación a sabiendas de que sin duda, se constituye como uno de los aspectos que merece ser explorado. Los estudios sobre la cuestión, parecen estar todavía demasiado vedes pero creemos que a la hora de nombrar la marca cambiar un sustantivo por un verbo, es toda una aventura y sin duda una innovación. Más aún, si consideramos que el verbo siempre implica una acción, y si caemos en la cuenta de que en todos los casos, quien termina por ser interpelado a realizarla -a nivel simbólico o práctico- no es otro que el consumidor.