La Responsabilidad Social
Empresaria se trata de dar sostenibilidad a todos los públicos de una empresa a
partir de un plan ideado para tal fin. Lo beneficios de este tipo de
estrategias no tienen que ver solo con la posibilidad de mejorar la reputación
de la organización provocando un impacto positivo sobre la marca sino más bien, hacer de
su entorno, un horizonte con mayor previsibilidad y crecimiento.
Cualquier definición de RSe - tal
como es abreviada ésta área- se esmera siempre en separarse del marketing y las
obligaciones legales. Es decir que con frecuencia encontramos que se la define
por lo que no es: ni marketing, ni cumplimiento de la ley. La Responsabilidad
social, va más allá de eso y habla en sí de los propios valores de la empresa
que la pone en práctica. No son únicamente las grandes empresas las que llevan
adelante políticas de Rse, pero sí son ellas las que según su mayor impacto en
la sociedad deberían pensar en un aporte también más vasto para resarcirlo.
Al idear planes de esta
naturaleza debe pensarse siempre en la impresión que puedan causar nuestras acciones sobre el futuro de
los públicos y en vinculación con la realidad de nuestra empresa. Si descuidamos
ese aspecto clave, transformaremos la responsabilidad social empresaria en
filantropía.
Por otra parte las empresas
sufren por estos tiempos, una aceleración en la rotación de sus empleados, lo que
representa un desafío importante a la hora de conservar los recursos humanos que resultan valiosos para
la organización. Y en este sentido, diferentes estadísticas muestran que los empleados no solo valoran la
posibilidad de hacer carrera dentro de la empresa sino que además les interesa
pertenecer a organizaciones que sean socialmente responsables. Saben que en
definitiva, por tentadora que les resulte su posición actual dentro de una organización, si
ésta atenta contra el planeta, también está atentando contra él mismo. Por lo cual, ante las mismas posibilidades profesionales, preferirá irse siempre a una
empresa socialmente responsable. Por añadidura, una de las ventajas de aplicar
este tipo de planes es desde ya la fidelización del cliente interno, aunque por
supuesto la RSe, es del tipo de acciones que se resumen en el famoso “we all win”,
ganamos todos.
En el terreno de la Responsabilidad social empresaria, debemos admitir que se ha
avanzado mucho en los últimos años, y cada vez son más las empresas que deciden
presentar un “triple balance”, consignando resultados, económicos, sociales y
medioambientales. Sin embargo, en Argentina no hay aún legislación específica
sobre el tema, aunque sí algunas leyes evocadas siempre para hacer juego con la
RSe. Por ejemplo: la ley de mecenazgo de
CABA, o la ley 25250 que obliga a las organizaciones con más de 500 empleados
a entregar un balance social.
Finalmente, considerar que este campo, está íntimamente vinculado con el área de comunicación, ya que la RSe pierde su valor intrínseco si no se la
comunica. No obstante, debe entenderse que en este aspecto, comunicar no es
nunca publicitar.